El héroe de River que desata amores y odios en Seattle…
En un universo alternativo donde Marcelo Gallardo es el oráculo del fútbol, su frase de cabecera es más célebre que un gol de chilena en la hora. “Si está bien, juega. Si no, al banco”, dijo, y el joven Mastantuono se calzó la camiseta como si le quedara pintada. Mientras los hinchas de River aplaudían con lágrimas en los ojos, semejante bienvenida fue casi como recibir el Premio Nobel del aliento futbolero en el estadio Lumen Field de Seattle.
¡Pero, ojo al piojo! Porque la historia también tuvo su lado oscuro como las películas de superhéroes. Aunque Juancito Mastantuono iba en camino de convertirse en el Mesías riverplatense, en un rincón del estadio, una tormenta de abucheos japoneses lo saludó. Los hinchas del Urawa Reds parecían más iracundos que un gato encerrado en una pecera. ¡Cualquiera diría que Mastantuono es el responsable del cambio climático!
Mientras tanto, Mathues Savio, el vocero no oficial del Urawa y fanático de las aventuras de River, sentenció en la previa que Mastantuono es “el elegido”. Seguro hasta le pidieron autógrafos a cambio de sushi. Y así, entre aplausos y silbidos, se despide la joya mientras la Casa Blanca se frota las manos en busca de un nuevo astro como si de un alienígena viniera a salvarlos.