Miguel Mateos: Música, fútbol y una sonrisa menos…

En un giro digno de una telenovela futbolera, Miguel Mateos, nuestro rockstar preferido, se encontró entre la épica de River Plate y una dentadura rebelde. Mientras que el Muñeco Gallardo se alza como un superhéroe con capa de vinilo rojo y blanco, Mateos nos cuenta que Mastantuono le dejó un sabor a derrota dental. El cantante exclamó con tal pasión un gol que no solo perdió su voz, sino también un incisivo. ¡De seguro fue un gol que dejó más huella que una estampilla en el paladar!

Nuestro amigo rico en decibeles se entrega a la pasión millonaria, comparando el resplandor de Gallardo con el de aquel mítico Eternauta, pero con botas de taco. River, según Mateos, suena a una sinfonía inesperada entre Bach y el clamor incesante de la platea San Martín. Y ahí, en su trono musical, hace alquimia mezclando su amor por el rock, los estadios y los goles de River que hacen hasta las sillas temblar de alegría.

Y como si fuera poco, nuestro querido Miguel, cual bohemio trotamundos, se pierde una posible final del Mundial de Clubes por apenas dos semanas de diferencia. Como cuando estás en la cola del súper y la caja cierra justo cuando te toca pasar, así quedó el viaje a Seattle sin el placer de ver jugar a su amado River. Pero claro, la camiseta bien planchadita acompaña sus acordes desde casa. ¿Alguien dijo pasión de millonario?