¡El pipí cucú argentino ficha por el Real Madrid!…

El bueno de Franco Mastantuono, con más emociones que un paquete de chicles variados, sacó su pluma mágica y escribió una carta de despedida. Es como si Quijote dijera adiós a Sancho, pero en este caso, el Don es el Monumental y Sancho, el gran River Plate. Mastantuono, con un nudo en la garganta, nos dejó en claro que su sueño de ganar cosas con River es como ese jugador que nunca llega al área chica… ¡siempre está vigente, pero en pausa!

Con la emoción a flor de piel, más lágrimas derramadas que en una final de Mundial, Franco agradeció a todos: compañeros, hinchas, y hasta a la intensidad de la humedad del pasto del Monumental. Porque sí, aprender a pegarle a la pelota al estilo River no es moco de pavo. De alguna manera, River se queda con un hueco menos en su plantilla más grande que el Obelisco dormido a la siesta.

Ahora, Franco vuela al Real Madrid, dispuesto a meter más gambetas que un potrillo en plena pastura. Pero promete que su sueño con River no es más que un océano temporal. ¡Y cuando vuelva a casa, quién nos dice que no será con una Champions bajo el brazo y un mate en la otra mano! Gracias, River, y hasta que el fútbol nos vuelva a reunir, Franco dice ‘¡Hasta pronto!’.