El prodigio riverplatense y su piel futbolera…

Imaginate por un segundo que cada vez que Franco Mastantuono patea al arco, no solo marca un gol de antología, sino que salen volando confetis, fuegos artificiales y se escucha un coro celestial entonando “Let’s Get Loud”. Con tan solo 17 años, este pibe de Azul le está escribiendo cartas de amor al balón, y su piel es un museo de su reverencia al gran Lionel Messi.

Su muñeca izquierda parece tener más historia que un libro de cuentos infantiles. Ahí, en el rincón donde la piel se encuentra con la leyenda, luce una moneda número 30 que cuenta más de un millón de historias: desde el primer número de la camiseta de Messi en el Barza hasta simbolizar su paso triunfal por el PSG. Imaginate, si le sumamos la fecha del Mundial de Qatar en su triceps, cualquiera pensaría que su brazo es un calendario futbolero.

Pero la cosa no termina ahí. En el sitio oficial de la Conmebol, Mastantuono mostró orgulloso una exhibición de tintura sagrada: ramas de olivo, cruces y un misterioso espacio vacío destinado a la Copa Libertadores. “Dos, tres, diez”, dijo con los ojos brillando más que un semáforo en hora pico. Este chico no sueña con levantar trofeos, sueña con tatuárselos. ¡Vamos Franco, que con esa actitud te tatuás hasta una empanada de carne! 🌟