El enigma de la súper mochila con euros en River…

Lo de Maxi Salas es digno de un thriller de ciencia ficción. Hace un año y medio, aterrizó en Racing cual fantasma en la niebla, tan anónimo que hasta su sombra lo confundía. Pero ahora, ¡zas! Es el hombre del momento en River, después de un fichaje que costó más que una consulta al oráculo de Delfos: nada menos que 8.000.000 de euros. Al ritmo de un candombe, Gustavo Costas suspiraba desde Palestino por el joven talento, ¡y ahora Marcelo Gallardo lo llama para bailar la milonga en River! Si esto no es una telenovela, le pega en el palo.

En medio del vendaval hay una batalla campal: Diego Milito se transformó en el Conan el Bárbaro del fútbol, criticando a la dirigencia de River y a Gallardo como si estuviera luchando por la última Coca-Cola en el desierto. Mientras tanto, el secretario general de River, Stefano Di Carlo, cantó la posta como si anunciara el fin del mundo en televisión: “Claro, mirá lo de Mastantuono. Dijimos que no lo queríamos vender, y ¡zas! Apareció la cláusula salvadora y se los llevaron. Si es que las cláusulas vienen con avisos tipo ‘película de terror’, señores. Vayan haciendo las palomitas de maíz.”

Y por si todo esto no era suficiente, Salas va a tener que enfrentarse a ser persona no grata en el barrio de Racing. ¡Los hinchas ya lo miran como si fuera el protagonista de un western spaghetti, y él sin sombrero ni caballo! Si bien la apuesta es alta y digna de un juego de póker que quita el aliento, en los pasillos murmuran que Gallardo tiene un as bajo la manga, o al menos un par de naipes ganadores escondidos en el botín. Maxi debe estar preparado, el duelo será en el Monumental… ¡y todos le apuntan con sus miradas láser esperando que no patine en la cancha!