¿El fichaje estrella o estrella fugaz?…
Créanlo o no, Maxi Salas acaba de realizar el equivalente a cocinar un asado perfecto en medio de un huracán: ¡se lució en solo 45 minutos! Estamos hablando de la superestrella de la mágica noche guaraní. Cuando Gallardo vio a Salas, debió haber oído un coro celestial acompañado de un bandoneón, porque el tipo no solo jugó, sino que lideró la orquesta y hasta el árbitro quería su camiseta.
Imaginemos esto: los hinchas de Racing lo silban cual cuñado que se come las empanadas antes de la cena familiar, pero Maxi se pone el traje de héroe y se manda la milonga completa. Apenas entró, parece que le pasó una palabra al balón y este decidió obedecer como perro bien amaestrado. Dos goles haciendo magia pura, ¡y hasta le sirvió un pase a Solari que ni Houdini podría haber disfrazado mejor!
Gallardo, llamado en secreto ‘El Muñeco’, tiene la misma relación con Salas que un nene con una torta gigante: lo quiere sí o sí. Pero hay que ver si River afloja la billetera en euros o si en Racing se quedan con su nuevo ‘Hércules Paraguaiense’. Lo único seguro es que si Gallardo lo agarra, quiere exprimirle la habilidad como a un limón, haciéndolo entrenar hasta que saque humo, no sea cosa que termine jugando al rugby como Lomu, pero con pelotas redondas.