El retorno del hijo pródigo al Danubio…

En el club de los aventureros futboleros del cometa Halley’s FC, algunos piensan que hay más chances de ver al cometa mismo que a uno de los cinco jugadores de River que tiene no una, sino ¡dos medallas de la Libertadores en el bolsillo! Entre ellos está el legendario Camilo Mayada, el jugador cuyo polifuncionalismo solo es comparable con un cuchillo suizo en una expedición en el Amazonas. A pesar de salir volando de Peñarol como un pajarito que escapó del arco de un cazador poco certero, sus sensores de GPS internos lo han guiado de vuelta al club original: Danubio.

Este incansable trotamundos futbolero, que ha devorado aventuras como un niño voraz devora su merienda, ha dejado atrás Peñarol después de un poco más de acción que un caracol en una maratón. Con apenas trescientos cincuenta y seis minutos bailando sobre el césped en este 2025, Mayada ha decidido colgar las botas en el Manya y apantallar el camino de regreso al Danubio, que todavía lleva el aroma de sus victorias pasadas, ahora revestido en la nostalgia de los buenos tiempos.

La pregunta del millón es: ¿será Camilo Mayada como un superhéroe enmascarado que levanta a Danubio con su sola presencia en el Clausura? Mientras la hinchada se pone el cotillón y desempolva las viejas banderas, Mayada ya está listo para saltar al campo, tal como lo hiciera en su época dorada al estilo de un Indiana Jones del fútbol platense. Con suerte, sus goles estarán mejor dirigidos que un dron en el viaje de regreso a casa, y las multitudes rugirán como un motor de Fórmula 1 en plena carrera. ¡Que empiece la fiesta en Danubio con la llegada del hijo pródigo a su tierra!