El irracional amor de Mayada por River y los chispazos con Saracchi…
Si Mayada fuera una pizza, sería esa mitad cancha llena de ingredientes que siempre querés en tu mesa. Un camaleón futbolero que levitaba por el césped de River con la misma gracia que una bailarina de tango. Este gurú de la polifuncionalidad no tiene pelos en la lengua para decir que su corazón tiene domicilio fiscal en River, ¡y nada de colores azul y amarillo! Confiesa que su amigo del alma, Saracchi, cruzó la frontera vestida de Boca en 2023. Camilo, fiel a su estilo, le da una palmada en la espalda y le susurra: “Te deseo éxito… pero no en los clásicos, papá”.
Mayada recuerda con nostalgia aquellos días dorados bajo el ala de Gallardo. “Era como estar en Hogwarts, pero en plena Núñez”, dice bromeando sobre los entrenamientos con el Muñeco. Compara la esencia del River de aquellos días con una superproducción de Hollywood, y mientras tanto se las arregla hoy en día en Peñarol, haciendo malabares como un payaso de circo en Montevideo. Pero atención, la llamada dorada del regreso siempre resuena en su cabeza. “Gallardo, ¡mi varita mágica te necesita!”.
Y cuando uno habla de Hollywood, no puede faltar una anécdota de escándalo: recuerden el doping positivo que compartió con Martínez Quarta. ¡Parecía una película de suspenso! Mayada cuenta que la sanción fue como jugar un partido de fútbol en la Luna: sin público, sin gravedad, y con el traje de astronauta limitado. Pero el destino es generoso y volvió para participar en el inolvidable gol de Quintero en la final de Madrid. “Parece que hasta Quintero necesitaba un toque de mi magia para brillar”, remata. ¡Ah, el fútbol y sus rocambolescas historias!