El caótico ballet futbolero toma la delantera…

El universo del Torneo Clausura parece un vecindario de locos: ¡un rumor corre más rápido que un wing juvenil con las zapatillas enchufadas! Con el arranque latente el 11 de julio, el mercado de pases es un hervidero donde un tal Franco Mastantuono se compró un pasaporte VIP al Real Madrid, actuando como un doble de James Bond con balón. Mientras tanto, Angel “Angelito” Di María y Leandro “Papu” Paredes vuelven a la patria como si fueran personajes de una telenovela con giros inesperados ¡y qué giros!

Las reglas del maratón de fichajes son más complicadas que el VAR en offside: inscripciones y transferencias deben pasar por tantos sistemas COSMICÁTICOS que ni Neil Armstrong hubiera podido aterrizar. Y todo antes de que el gallo de media noche cante. ¡Los fichajes fulminantes solo serán válidos si los clubes se acuerdan de empujar algún player al extranjero en modo encomienda internacional antes del 31 de agosto! Experiencia trasatlántica, ¡sale con fritas!

Cada equipo es el protagonista de su propia telenovela. En Aldosivi, los jugadores entran y salen como en la puerta giratoria de un hotel. En Boca, Leandro Paredes engalana las filas mientras los hinchas cruzan los dedos con Rojo y Fabra decidiendo si se quedan o emprenden camino. Y River llena la galera con los regresos de Lautaro Rivero y Maximiliano Salas. En la cancha del barrio Clausura, ¡los pases son más impredecibles que un partido de Argentina en penales!