Gallardo y su alquimia futbolera…
¡Vaya, vaya! Si supiera Kafka de esta metamorfosis riverplatense, le dedicaría un cuento. Resulta que el equipo del Muñeco Gallardo, ese alquimista que convierte empates en espectáculos, recibió a Platense con la melodía de la Libertadores sonando en el Monumental. Desde su debut, River ha pasado de ser una oruga futbolística a una mariposa dispuesta a volar hasta el arco contrario y dejar en ridículo cualquier pronóstico meteorológico.
El 25 de enero fue como abrir el telón de un teatro en el que los actores apenas recordaban sus líneas, pero el director, con ojos de búho y cerebro de ajedrecista, ya veía el futuro. Fue un 1-1 que dejó al público mascando nervios como si fueran palomitas de maíz. Gallardo, medio mago, medio psicoanalista, ya sabia que el cambio no sería tan rápido como un gol anulado por el VAR, pero tenía el libreto para transformarlo todo.
Hoy, el CARP se enfrenta al Platense con el ímpetu de un millonario que olvidó su billetera y con la destreza de un futbolista que se desliza en una cancha de césped bien cortado. ¡Carnaval en medio del estadio! Aún con el empate en la memoria, los hinchas están listos para ver a su River convertido en una maquinaria de jugar lindo. A prepararse, porque el Monumental es un hormiguero desbordante de pasión futbolera.