¡El Cerebro regresa al Bosque con mil emociones!…

¡Atención, atención! Hoy no hablamos de un simple partido de fútbol, sino de una novela digna de telenovela vespertina, con más drama que la final de un campeonato interbarrial. Nacho Fernández, el Cerebro, vuelve al Bosque, como el protagonista de una comedia romántica que regresa a su antiguo amor. Este titán de 35 años podría enfrentar más frialdad que un helado de limón en Antarctica. ¿Pero por qué? ¡Ah! Porque los hinchas de Gimnasia están más divididos que una pizza a las tres de la mañana: algunos lo aman, otros tienen amnesia de cariño.

Nacho no llega solo, viene acompañado de su colega Milton Casco, quien en lugar de desatar polémicas, reparte sonrisas y abrazos cual superhéroe del amor tripero. ¡Casco es el bombón de los hinchas! Mientras Nacho enfrenta la posibilidad de ver menos acción que un árbitro en plena huelga, Milton sonríe como un vendedor de mate en el mundial de fútbol. Ambos pisarán el Juan Carmelo Zerillo con banderas de paz y un par de piernas dispuestas a correr como si no hubiera mañana.

El reencuentro está lleno de suspiros y miradas cruzadas, como en esos partidos de fútbol donde el corazón late más rápido que las piernas de un delantero encarador. Pero no todo es melancolía, porque Nacho ahora está en una cruzada de resurrección futbolística. Tras una actuación que dejó suspirando al público en su último ingreso, él y Casco nos enseñan que las viejas glorias nunca mueren, solo pasan a tener nuevos capítulos en las páginas del fútbol. Así que, ¡abróchense los cinturones, porque este regreso promete más giros y vueltas que una comedia de enredos en el teatro de revista!