La batalla interna de Lucas en el Mundial de Clubes…

¡Atención, atención, señoras y señores! Lucas Ocampos se encuentra atrapado en un dilema más grande que intentar estacionar un colectivo en Palermo un sábado por la noche. Resulta que el muchacho, con mucho glamour europeo acumulado, ahora tiene que enfrentarse a River, el club que lo vio nacer, mientras se enfrenta a una tormenta emocional que ni el viento pampero en La Bombonera podría igualar.

Desde que el sorteo del Mundial de Clubes lo puso frente a frente con su amado River Plate, Ocampos ha vivido en una montaña rusa emocional más salvaje que celebrar un gol a puertas cerradas. “Voy con todo por Monterrey, pero mi corazón late a lo Urribarri”, afirmó, mientras se secaba una hipotética lágrima de mil millones de dólares, y es que el futbolista, codiciado como un alfajor de maicena en el desierto, ha recorrido más equipos que una figurita difícil del Panini.

El astro santafesino se prepara para jugar su particular tángana interna de River vs Rayados como si de un partido de truco se tratase, mientras el mundo del fútbol observa (como chusmas en la verdulería) si puede mantener su cabeza fría en un espectáculo de emociones que promete más giros inesperados que una novela de suspenso. ¡Que ruede la pelota y también las lágrimas de hincha escondidas en el césped!