Doctor Gallardo y su Hospital de River Plate…
En el gigantesco quirófano a cielo abierto que parece ser River Plate, el cuerpo técnico de Marcelo “El Muñeco” Gallardo se ajusta los guantes de látex para revivir al plantel más golpeado que un saco de boxeo. Con River a punto de debutar en el Mundial de Clubes, los médicos hacen milagros a lo estilo MacGyver con los lesionados, para hacerlos llegar a punto caramelo al 17 de junio, día que empieza la batalla en Seattle contra los samuráis del Urawa Red Diamonds.
Maxi Meza anda trotando por la cancha cual maratonista, sacándose el polvo de las costillas rotas como quien limpia un mueble viejo. Mientras, Gonzalo “Cachete” Montiel intenta reenganchar su bíceps femoral más rápido que un mecánico formula 1. Matías Rojas hace su magia con la pierna izquierda, dándole al desgarro una paliza monumental. En prioridad está el regreso triunfal del campeón del mundo Montiel, a quien el cuerpo médico cuida como a un cachorro de panda, y Paulo Díaz, que escapa de las garras del desafecto chileno.
En tanto, González Pirez avanza con la velocidad de un caracol en su recuperación, pero ni loco lo aceleran. Gallardo no quiere relevos que se vuelvan a romper y prefiere recibirlos como novios en el altar, listos para dar el “sí” en esa primera cita en tierras yankees. Es la táctica del Muñeco: sale con vida o no sale de la enfermería. ¡Y todo River se frota las manos, esperando el regreso de sus héroes! ¡Qué comience el show!