Un perro guía y un basket de locura…

Había una vez un escolta llamado Felipe Pais, quien cambió un all-star del básquet por un perro con capa, y si esto fuera Hollywood, ya estaríamos hablando de un éxito de taquilla. Felipe, muchacho del Paraná, decidió dejar de lado la Liga Nacional por un nuevo sueño: liderar River en la tercera categoría y cuidar al verdadero MVP de su vida: su perrito Kovu, en su lucha contra el villano ‘Cáncer’. ¡Vaya gambeta! Como si estuviera esquivando al mismísimo Shaquille O’Neal en la cancha.

Pais, que lleva más kilómetros de cancha recorridos que las zapatillas de LeBron, encontró amor en las canchas de un River Plate que funciona como un club europeo, pero con más fanáticos que un recital de rock. Claro, allí descubrió que el grupo del Millonario era más unido que un equipo de boy scouts en un campamento de supervivencia. La gente lo sigue a todos lados, como si fuera una estrella de rock con balón en mano y, de paso, 4.3 asistencias que ya no sirven croquetas, pero sí alegrías.

Con River liderando con récord de 15 victorias y solo una caída, Pais y su banda buscan barrer la Liga Federal como un árbitro al balde de sodas post-partido. Ahora, enfrentándose a San Andrés, el Millonario sueña con el ascenso, persiguiendo ese boleto a la gloria como un golden retriever tras una pelota de tenis. ¿Lo lograrán? Bueno, solo el tiempo y algún antojo de croqueta cósmica lo dirán.