Las estrellas de Qatar traen su magia a Argentina…

El fútbol argentino está como chico con chiche nuevo, eufórico con la llegada de figuras ornamentales directas de Qatar 2022. ¡Paredes ha aterrizado en Boca! Sí, señoras y señores, como si Marte hubiera enviado extraterrestres habilidosos a jugar al fútbol terrícola. Tras salir de Roma, el volante llega cual rayo cósmico a la Bombonera, dispuesto a lanzar pelotazos tan finos que dejarán a los rivales preguntándose si están jugando al fútbol o bailando tango.

Al regreso de Paredes se suma el reencuentro de Cenicienta Fideo Di María con su zapatilla mágica, Rosario Central. Después de viajar por Europa como un trotamundos futbolero, Di María vuelve a su casa, con más trucos que un mago, diciendo que solo le falta ser campeón con Central. Pobres los rivales, porque el Fideo se perfila como el nuevo superhéroe en Arroyito, volando cual Superman con la pelota pegada al pie.

River no se queda atrás, con su política de repatriar galácticos zurzidos por Scaloni. Con Pezzella, el Huevo Acuña y Montiel ya en las filas del Millonario, parecen haber armado un escuadrón tan temible que hasta las papas fritas tiemblan con solo escuchar sus nombres. Y ni qué hablar de Armani, el arquero invencible que, como un cóndor inmortal, planeará sobre el arco riverplatense mientras el Clausura se juega más epopéyico que nunca.