El defensor que se codea con leyendas en Núñez…

Lo de Paulo Díaz es digno de un guión de película. Se recuperó de una sinovitis en la rodilla que parecía tener vida propia, justo a tiempo para viajar a Estados Unidos y dejarlo todo, como quien intenta subir el Aconcagua en patineta. No solo jugó 180 minutos frente a Rayados y el Inter de Milán, sino que con esos partidos alcanzó la marca mágica de 201 actuaciones para convertirse en una leyenda viviente del Millonario, entre goles, barbas tupidas y olor a camarin.

Este chileno es como el superhéroe de las transiciones defensivas: llega al ataque antes que la pelota y se defiende como una muralla chilena de la época colonial. Recién llegado en 2019, Marcelo Gallardo lo vio, lo analizó (probablemente con un telescopio de la NASA) y dijo: “A este lo quiero de titán en mi Titanes en el Ring futbolístico”, y Paulo nunca más decepcionó. Aunque a veces pareció patinar en una calesita, siempre volvió a ser el hombre de confianza en la defensa millonaria.

Díaz con sus 201 batallas ya tiene un lugar entre los grandes extranjeros que pisaron el césped del Monumental. Con que juuuusto se mantenga sin pegarle un rodillazo a la Luna, podría juntar varios partidos más y, con algo de suerte y una alineación planetaria, quitarle el trono a Enzo Francescoli. ¡Atentos que quizás el chileno se convierte en el Chewbacca del fútbol riverplatense!