El zaguero se transforma en gym master…
Señoras y señores, desempolven las cornitas, porque el héroe de las rodillas intrépidas, Paulo Díaz, ha decidido mudarse a Chile para luchar contra la sinovitis más testaruda del hemisferio sur. Hace apenas 48 horas lo convocaron para enfrentarse a los titanes de Argentina y Bolivia. Pero la rodilla izquierda, aliada del caos, decidió hacer un ‘No, gracias, me quedo en el banquillo’ con edema incluido, justo cuando tenía el traje de Libertadores en la mochila.
Parece que la rodilla de Paulo Díaz y su pasado quirúrgico son como esos romances de telenovela: pura intensidad. Aunque a esta rodilla no le ha llegado el turno de pasar por el bisturí, la vieja glándula sinusoidal está jugando a la revolución. Plan médico: un infiltrado, un reposo, un matecito y varias temporadas de series en streaming. Afortunadamente, el plazo son dos semanas, porque, sinceramente, a nadie le gusta ver running repeats de ‘la rodilla chueca’.
Aún así, no todo está perdido en estas tierras de pasión futbolera. Si los planetas se alinean y la sinovitis tiránica decide comportarse, nuestro querido Díaz podría estar más fresco que una lechuga el día antes del gran choque contra los Urawa Red Diamonds en Seattle. Con un poco de suerte, en su próxima aventura, cambiará las entradas desde la camilla por piruetas en el campo. ¡A cruzar los dedos y a hacer fuerza desde la cordillera!