Alícuotas al estilo Superclásico…

El mismísimo vicepresidente de River, Ignacio Villarroel, salió al campo de batalla con una fuerza solo comparable a la de una línea de defensores enojados, para dar una respuesta digna de una táctica de vudú futbolística contra el Ministro de Desregulación, Sturzenegger. ¿El motivo? Un tweet explosivo que afirmaba sin tapujos que River aportaba menos al sistema previsional que un pato en una esquina. ¡Nada más alejado de la realidad, dijo Villarroel, indignado como arquero tragando un gol opuesto de media cancha!

Villarroel no se guardó ni al agua de las pilas cuando arremetió: “¡Alguien debe vivir en Eslovaquia, porque acá los números son más altos que el precio de una camiseta de River firmada por Enzo Francescoli!”. Y es que, según el vice, las cifras del tweet solo podían haber salido del fondo de un mate sin bombilla. Anunció que River hizo obras por $17.000 millones sin subsidio, mientras los cálculos de Sturzenegger parecían sumas hechas con los dedos, al estilo del Payaso Plin Plin.

La saga del retenciones-gate sigue tan candente como un clásico en la Bombonera, con más drama que novela turca y la promesa de un desenlace digno de un partido en el último minuto. Villarroel sueña con una mesa de diálogo donde los números no sean más falsos que el offside que le cobraron a tu equipo en el Superclásico pasado. Pero hasta que eso pase, habrá que seguir recalculando, como si buscaras lugar para estacionar en el Monumental. ¿Podrán encontrar la fórmula mágica o se les escapará como el gol del siglo?