Gallardo contra todos los astros paraguayos…
Marcelo Gallardo está más nervioso que un pez en una pecera de tiburones, luego de ver el sorteo de la Libertadores. ¡A sus River Boys les tocó bailar con Libertad de Asunción! El técnico, con una calma digna de un equilibrista en un pogo, les dijo a sus jugadores “¡Que venga quien quiera!”, mientras sostenía un talismán de la suerte con una mano y un chipá en la otra.
Este partido es como ese viejo duelo de western donde se encuentran dos tipos, viendo quién parpadea primero, ¡pero en versión sudamericana! Es el momento del personaje Gallardo en su película infalible: otra vez tiene que luchar en los octavos, ese mata-mata que suena como piñata, solo que, en vez de dulces, dentro hay 11 paraguayos listos para romperlas.
Todos sabemos que River sueña con llegar a la final en Lima. Los hinchas ya se están preparando con cargamentos de banderas rojas y blancas, esperanzados en que el “Muñeco” pueda entender mejor a los astros que Walter Mercado. Mientras tanto, el Mate 22 sigue calentando los motores y las sopas paraguayas, listas para lograr lo imposible: ¡llevar a River hacia un triunfo irónico que desafía las leyes de la panadería y del fútbol mundial!