¡Una montaña rusa de emociones y partidos!…

Imagínense el circo de tres pistas más alocado del mundo, donde los leones juegan de mediocampistas y los payasos son delanteros estrella. Bueno, eso es River en mayo. Los muchachos de Gallardo van a estar tan ocupados que de acá a fin de mes no sabrán si juegan a la pelota o al Tetris. Entre el Torneo Apertura y la Copa Libertadores, el pobre Gallardo va a necesitar más de un GPS para no perderse entre tanto viaje y partido.

La agenda del Millo parece la guía telefónica de un call center: empiezan su locura en Ecuador enfrentando al poderoso Barcelona, y luego tienen una cita en el Monumental con Barracas Central. Meta y ponga, que dos días más tarde se cruzan con Independiente del Valle y así sucesivamente. Entre tanto caos, los hinchas ya planean pedir taxis colectivos para ahorrar en nafta y caramelos de menta para no desmayarse del estrés.

Pero la cereza del postre viene a fines de mayo, cuando, si logran sobrevivir a este apocalipsis futbolístico, jugarán las semifinales del Torneo Apertura. Para entonces, lo más seguro es que Marcelo Gallardo se convierta en un maestro zen del universo o en un experto en yoga astral. ¡Vamos River, que el show tiene que continuar!