¡Más felices que perro con dos colas!…

Desde que River aterrizó en Seattle, la ciudad se convirtió en un carrusel de sonrisas interminables. Las carcajadas de los jugadores rebotan en el Space Needle como pelotas en una cancha y, dicho sea de paso, ese es el efecto Lanzini al tomar una selfie monumental. Dice la leyenda que la incógnita más enigmática de Instagram fue revelada: el encuadre perfecto para capturar a todos los astros del fútbol que brillan con la intensidad de mil luces en medio del Mundial de Clubes.

Esta foto, con más jugadores que mosquitos en verano, muestra cómo River fusiona profesionalismo con humor como si fueran el yin y el yang de la pelota. Desde Pity Martínez luciendo su sonrisa marca registrada, hasta Enzo Pérez prometiendo que el agua de Seattle tiene sabor a mate, el plantel está más unido que la última pastilla de menta en un bolsillo revoloteante.

Con 34 jugadores listos para arrasar como un vendaval de fútbol, River se arma hasta los dientes de determinación y buena onda. Con Franco Armani custodiando el arco cual dragón a su cueva y Enzo Pérez planificando jugadas maestras como si armara el nuevo rompecabezas de 10.000 piezas, está claro: River pisa firme en Seattle, tan seguro como si llevara tacones en lugar de botines.