Gallardo afina el equipo como un violinista loco…
En el Monumental, Gallardo armó una práctica que más bien parecía un episodio de un reality show. ¡Faltaban las cámaras escondidas y los cuatro jurados de programas de talento! El muñeco, con la creatividad de un chef con estrella Michelin, comenzaba a cortar y pegar jugadas en un pizarrón, mientras los jugadores iban y venían como hormigas hipercafeinadas. Recibirán al Fortín, pero antes, tienen que afinar su magia.
Pero la noticia del día era un tal Franco Mastantuono, que no es chef, pero es un auténtico maestro parrillero de tiros libres. Lo suyo fue tan impresionante que hasta los marcianos están buscando tele para verlo repetir esa proeza. Dirán que fue suerte, que un viento místico ayudó, pero el golazo ante Boca brilló como un diamante en una mina de carbón, dejando a todos con la boca abierta.
Y, en medio de esta locura, aparece nuestro querido Francisco Cerúndolo, tenista que idolatra a River. En pleno festejo por clasificar a las semis del Masters 1000 de Madrid, saludó la jugada maestra de Mastantuono. Parece que desde el otro lado de la raqueta, soñaba con el mundo mágico del fútbol, y tal vez, en un universo paralelo, Rafa Nadal juega de 9 para River. ¡Así de absurdo se ha vuelto todo!