Montiel y el córner que dobló el espacio-tiempo…

¡Señoras y señores, el laboratorio del Doctor Gallardo ha inventado la jugada de córner que desafía las leyes de la física! En un partido donde la pelota giraba más que un trompo en la vereda, el River decidió darle un giro cuántico al asunto. A los mágicos 34 minutos, el esquema táctico parecía más un cuento de ciencia ficción que un partido de fútbol.

Acuña decidió dejar de lado el clásico centro y destapó un frasco de pases secretos digno de Houdini. Con Galarza como el mellizo perdido de Harry Potter, la cosa fue de varita en varita, terminando en los pies de Enzo Pérez, quien, cual alquimista, atrajo a toda la defensa del Ciruja hacia el infinito y más allá. Pero eso no fue todo, volvió a enviar la bola a uno que parecía salido de otro planeta, y Galarza, que debería trabajar en la NASA, mandó un centro a Pezzella.

Pezzella, mi gente, como si tuviera imán en los botines, suspendido en el aire, le bajó la pelota a Montiel con más precisión que el GPS del auto. ¡Y ahí fue el mágicamente llamado Cachete! Con nervios de acero, definió ante un Sand que nada pudo hacer, más que pensar en su próximo guión de película. Porque este gol de laboratoriollywood quedó en la historia de la Copa Argentina.