Felipe Álvarez: el central con racha ganadora…

¡Paren las rotativas! En el Camp, los pibes de la Reserva de River escalaron otra montaña rusa de emociones para plantarse frente a Boca y salir con una victoria tan brillante como pantalón de lentejuelas en carnaval. Con un 2-1 que dejó al Xeneize contando ovejas para dormir, Felipe Álvarez, el defensor que dicen algunos que maneja las estadísticas de la Reserva como si fueran memes, se puso la camiseta de orgullo y dijo: “¡Cuatro victorias al hilo, y que sigan viniendo más! Somos un grupo humilde, pero claro, siempre apuntamos al cielo porque el piso está lleno de barro.”

Felipe, nacido en Morse, la ciudad dorada por sus semáforos y chimeneas, confesó que ganarle a Boca es más dulce que un dulce de leche repostero a las tres de la tarde, y esta vez lo hicieron con la seriedad de un pingüino en traje formal. “El sueño es jugar en Primera, pero mientras tanto, ¡le damos duro a la Reserva!”, dijo con brillo en los ojos. Dicen las malas lenguas que su llegada a Núñez desde Sarmiento fue más cantada que gol de Maradona a los ingleses.

Con la defensa hecha un colador en Primera, se dice, se comenta, se rumorea que Felipe sueña con saltar de Reserva a las grandes ligas como quien pasa de ser monaguillo a obispo. “Mientras nos tratemos bien y con humildad, todo saldrá bárbaro”, reflexionó, esperando dar la vuelta con el equipo de Escudero. Claro, que nadie dé por olvidado a Vélez, el próximo adversario, ¡que la reserva millonaria está en llamas y listas para más! ¡Y que siga el show!