Gallardo, el Picasso del mercado de pases…

En un torneo tan raro como un charango en una sinfonía, Marcelo “El Muñeco” Gallardo está tejiendo la estrategia de fichajes de River con el talento virtuoso de un artesano pescando con una red hecha de espaguetis. En medio de los últimos abrigos y gargantas apuradas de mate, el Muñeco arma un equipo que busca calidad en lugar de cantidad, cual Messi buscando su camiseta en un lavarropas lleno de medias solteras.

Parece que Román Vega, el lateral que juega de todo menos de arquero, es el elegido para ser parte del próximo operativo policial de River sobre la cancha. Con solo 3,5 millones de dólares, River le ofrece al Bicho un suculento combo Big Player 50%, algo así como comprar la mitad de una pizza hawaiana y esperar que el ananá sirva para ganar la Libertadores. Mientras tanto, clubes europeos observan a Vega como si fuera el Messi del hemisferio occidental, aunque su manager aún no se decidió si comprarse un reloj nuevo o aceptar la oferta de River.

La apuesta de River se centra en las habilidades versátiles de Vega, un muchacho que, a sus 21 años, ya tiene más experiencia que James Bond en misiones contadas. Con prácticas en el Barcelona B, el chico aprendió a jugar como defensor central y cargar botines con aura de paella. Como guiño del destino, el propio Román subió a sus redes una foto enfrentando a River como diciendo: “¿Casualidad o destino?”, cual película romántica de domingo por la tarde en la que River y Vega juntos podrían escribir historias dignas de una telenovela futbolera. Ahora solo falta esperar si esta oferta se concreta y el lateral sale corriendo al Monumental como pizza en cadete con entrega exprés.