¡Un show futbolero llenó el estadio!…

En uno de los partidos más surrealistas del año, los jugadores de River Plate parecían haber ingerido una pócima mágica que les permitió domar al Barcelona en su propia casa como si fueran leones del circo. Sebastián ‘El Prestidigitador’ Driussi hechizó a los defensores rivales con una danza tan elegante que hasta los bailarines de ballet aplaudieron desde sus butacas de Guayaquil. Y ni hablar de su zurdazo cruzado, más preciso que un reloj suizo, para abrir el marcador.

El partido continuó como una novela de ciencia ficción: Driussi, cual mago sacando conejos de la galera, no solo metió tacos y voleas que los asistentes al estadio contemplaron con el asombro de quien presencia a David Copperfield haciendo desaparecer la Estatua de la Libertad, sino que también arrastró marcas como si llevara una cuerda invisible atada a los defensores contrarios. Mientras tanto, Colidio se coló en el área rival para sellar la victoria al ritmo de ‘La Cumparsita’, rompiendo la red con un furioso grito de gol que se escuchó hasta en Marte.

En conclusión, el equipo del ‘Muñeco’ Gallardo dejó a todos los asistentes del estadio con la mandíbula desencajada y las palomitas en el suelo. El tridente de ataque de River, convertido en una triada de superhéroes, voló por el campo dejando un rastro de magia, comedia y goles. Y así, entre pitos, palomas y chistes, River quedó a un pasito de los octavos y se retiró del campo con una sonrisa más grande que el Obelisco. Qué noche, Teté, qué noche…