El veredicto alocado de un campeón…

En una escena que solo podría compararse con un sketch de Les Luthiers, Antonio Alzamendi, el hombre al que le deben más de un corchito volador en el Monumental, se despachó hablando de River y Boca como quien se fuma un habano en el medio del Titanic. A lo loco pero con estilo, Alzamendi comparó a Edinson Cavani con un Fórmula 1 en una pista de karting. “En River, Cavani sería un Roger Rabbit del gol, mientras Correcaminos Borja queda atrás. Imaginate a Cachavacha con un GPS que dice ‘ANDÁ PARA ALLÁ, CAVANI’. Uno le diría ‘nene, quedate paradito’.” Ahí, Gallardo, con mandil y bisturí, arreglaría todo desde el banco.

Después de asar un par de chorizos verbales sobre los años mozos de Mastantuono, Alzamendi le tiró más flores que a un carnaval de Gualeguaychú. “Ese pibe tiene más truco en los pies que un mago en Las Vegas. Si yo era una lancha, él es un yate con yacht club y todo. Encaró como Darth Vader, dejando a todos congelados. No le pueden decir nada, está destinado a ser el nuevo Messi de Núñez”, sentenció mientras se ajustaba la medalla de la Intercontinental como si fuera el cinturón de un campeón de peso pesado.

Por último, entre bombos y matracas, habló del tremendo misil teledirigido que clavó Mastantuono. “Un tiro libre que haría llorar a la Gioconda y aplaudir hasta a Goliat. Este pibe, con su ‘guapeza’, es más peligroso que Messi con hambre de gol y una pelota de dulce de leche”, declaró orondo, antes de subirse al ring metafórico y tirar un beso al aire como si saludara a un público imaginario en el Monumental.