Gallardo y su plan de recuperación mágica…
¡Atención, muchachos y muchachas del universo balompédico! River Plate está transformando su campo de entrenamiento en una especie de horno para pizzas donde va a meter a unos jugadores bien crudos y quiere que salgan doraditos antes de enfrentar a Independiente. Imaginá a Gallardo vestido de chef, con gorro blanco, batiendo masa mientras espera que Driussi, quien estuvo 48 días reposando su tobillo, pueda saltar a la cancha como el superhéroe del tobillo fuerte. Este hombre tiene más curvaturas en su ovillo que un trapo de piso, pero abajo de la camiseta seguro tiene un corazón gigante y unas ganas de volver a hacer tiros libres imposibles.
Como si fuera un episodio de una telenovela mexicana, también hay un polifuncional en el horno, el encantador Portillo. Este muchacho arrastra una tendinitis que lo está alejando del verde césped más que a una suegra de la cocina en el Día de la Madre. Pero ojo, que si Gallardo logra transformar a este jugador en un caballo de batalla, seguro que lo manda al clásico como trompada de loco el fin de semana. Todo está calculado, el plan es tenerlo listo para que pueda competir con Enzo Pérez en una especie de campeonato interno a ritmo de rock.
Y para los fanáticos menos asustadizos, les cuento que Salas y Martínez Quarta están tan lesionados que Gallardo ya los descartó para pelear el título de “Hombre Más Rápido del Mundo”. Ambos están en una carrera de recuperación más lenta que una fila para sacar una entrada al teatro, y su vuelta podría demorarse un poco más de lo deseado. Si todo sale como Gallardo planifica, será como si los hornos se alinearan y los jugadores volvieran a cancha como campeones olímpicos. ¡Quemantes noticias se vienen desde el Monumental, quédense atentos!