Gallardo y su orquesta reciben una gran ovación…
Como si se tratara de un desfile de carnaval, el plantel de River tuvo un recibimiento digno de estrellas de rock internacional en la siempre cálida Lima. Allá, donde los arcos se llenan de goles y las tribunas de locura, llegaron los gladiadores de Gallardo. El hotel Delfines de San Isidro vibraba tanto que por un momento se pensó que los ornitorrincos podrías hacerse percusionistas. Todo un espectáculo para el debut en la Copa Libertadores contra Universitario.
Los fanáticos del millonario, siempre creativos, cantaban a viva voz canciones dedicadas al eterno rival, que, según dicen, anda haciéndose un picnic en casa. Las bengalas iluminaban el cielo limeño como si estuvieran celebrando el fin del mundo, ¡pero tranquilos!, lo que vienen a hacer es robarse el universo de goles. Claro que no faltaron las banderas con más colores que un arcoíris después de una tormenta huracanada.
Por si fuera poco, los jugadores del club de Núñez dispuesto a batallar y a robar selfies, se encargaron de devolver los saludos con un estilo digno de reyes, causando desmayos múltiples entre los presentes que juraban ver a personajes mitológicos en carne y hueso. Al final, se retiraron al hotel, no sin antes degustar una cena digna de faraones, mientras la multitud, cual sirenas, se dejaba llevar por los cánticos al viento.