El Muñeco hace malabares con su alineación titánica…

Dicen que Marcelo Gallardo se encerró en una cabina telefónica y salió vestido de Superman, todo listo para enfrentar a Gimnasia en el místico Bosque de La Plata. ¡Así es, señoras y señores! Con su fino olfato táctico, muy parecido al de un detective privado, el Muñeco está maquinando la fórmula perfecta para que River navegue sus complicadas semanas de partidos como si nada. Pero ojo, las tensiones están más apretadas que los pantalones de moda de los 70. ¡Qué tensión, señores!

Con una plantilla que tiene más táctica que un álbum de cromos, Gallardo planea mantener la misma manta corta con la que empató frente a Talleres, aunque esta vez con un pequeño retoque en defensa. Con un equipo que parece un buffet libre de talento, cada jugador tiene que poner su granito de magia para convertir la cancha en una fiesta de goles. Y hablando de magia, ¡Borja parece Houdini entre defensas; si no fuera por sus vaivenes, ya estaría en el Cirque du Soleil!

Mientras tanto, la táctica de River parece más compleja que un cubo de Rubik en una montaña rusa, con un ojo puesto en Quito y otro en Boca. Las próximas aventuras son como un cómic del Capitán Planeta: 6 horas de avión al Ecuador, unos cuantos partidos en altura épica y una posible tormenta que haría que hasta Noé quisiera unirse a River. Pero no importa el clima, porque Gallardo está decidido a que su equipo llegue al Superclásico como un fenómeno meteorológico para el que ni el más pintado tango tiene solución.