Vaccari en busca del jugador imposible…
Adivinen quién apareció en el último capítulo del show de fútbol porteño: ¡el dúo dinámico de Portillo y Cepeda! Y no, no me refiero a un nuevo programa de talentos. Es Julio Vaccari, quien nos revela su lista de deseos futbolística como si fuera la carta de Papá Noel… ¡Y todo lo que él quiere, se lo lleva River! Según este entrenador visionario, Portillo es el comodín universal, juega de 5, de 4, de 3, de 2 ¿quién necesita a los Avengers con un jugador así? ¡Puede que hasta haga magia al lavar los platos después del partido! Pero claro, el hombre viene con un destino estampado de fajitas rojas y blancas.
Mientras Vaccari busca una brújula perdida entre pizarras de estrategia y rumores de transferencias, River camina en puntitas de pie, firmando jugadores a velocidad de un clic de mercado libre en días de descuento. Ni Rojo, ni Cepeda, ni el vecino del cuarto derecha se le escapan a este aspirador de talentos millonario. Es como si Gallardo recorriera Sudamérica montado en una aspiradora gigante cual El Trapito estruendoso y tragatenedores afamado en su carnaval de compra y venta.
En la otra esquina del ring, Cepeda disfruta de su propio foxtrot. Ni una oferta, ni una llamada de amor de River, ¡todo idle esperando a que suene el teléfono! ¿Portillo? Ya está empaquetado y listo para ser el nuevo juguetito del Millo hasta 2028. ¿El precio? Equivalente a lo que cuesta un brillante de compromiso. Y entre todas estas travesuras, Lombónaco y la aparición espectral de Marcos Rojo, Vaccari solo puede reírse consigo mismo y seguir lanzando sus deseos al viento. ¡Si hasta parece que la Bombonera le hace ojitos coquetos! ¡Vaya culebrón, señores!