De subibajas a sueños de Mundial…

El semestre de River fue más movido que un volante en la Bajada del Naranjo en una tarde de lluvia. En esto que va del 2025, el Millonario ha vivido más emociones que un suspiro con cebolla: desde el éxtasis del triunfo a Boca hasta el drama de quedarse afuera del Apertura como quien olvida las llaves en casa. Todo esto, claro, mientras el rendimiento futbolístico se tambalea como pingüino borracho en la antesala del Mundial de Clubes.

Con el entusiasmo de un chico abriendo regalos en Navidad, River invirtió 39.751.000 dólares en fichajes, incluyendo el regreso de viejos héroes como si fuera una película de Avengers criolla: Enzo Pérez, Martínez Quarta, Driussi y Montiel. Con semejante elenco, uno pensaría que el equipo de Gallardo sería un huracán a toda potencia; sin embargo, arrancó con la velocidad de una tortuga de vacaciones, cosechando escasos goles como quien cuenta monedas antes de un asalto final.

El tropiezo por penales ante Talleres fue el típico golpe al mentón que deja a uno viendo estrellitas como en los dibujitos. Aunque el equipo logró recomponerse con un 3-0 bailando en el Bosque, y una secuencia de victorias al son del samba, un Mastantuono iluminado era poco consuelo frente a un bajón defensivo que volvió a aparecer, desmoronándose como castillo de naipes ante Platense y un empate tibio con Universitario. ¿Vos, cómo calificás este culebrón? Entrá y votá en la encuesta de Olé.