Gallardo y su tropa: el regreso esperado…
Amanece en Ezeiza y no es el canto del gallo lo que despierta a los pibes de River, sino el poderoso grito de Marcelo “el Muñeco” Gallardo, preparado para convertir a sus jugadores en los nuevos gladiadores del fútbol. Con un plantel que parece un casting para Los Vengadores, el Muñeco planifica armar la Copa Libertadores como si fuese un rompecabezas de mil piezas… ¡y sin las esquinas resueltas!
River vuelve a entrenar con un equipo que tiene más estrellas que una alfombra roja de Hollywood y con la mira puesta en la Libertadores y el Clausura. Desde los porteros que dan más seguridad que un candado de banco, pasando por defensores tan sólidos que podrían sostener el Obelisco, hasta delanteros más letales que un mosquito en verano. El único ausente es Franco Mastantuono, que en un giro más inesperado que el final de una novela, suena para el Real Madrid.
Además, jóvenes promesas se suman al equipo, listas para romper cinturas y dejar rivales por el suelo como en un partido de truco. Aunque algunos regresan de préstamos como Adán del Edén, los repatriaremos solo en nuestras cartas de Navidad. Mientras tanto, Gallardo ajusta sus binoculares, preparado para conquistar más trofeos y demostrar que en el mundo del fútbol, River Plate no es un equipo, ¡es una celebración eterna!