Gallardo y su mágico arte de ocultar jugadores…

¡Ay, el River Camp! Ese paraíso futbolístico donde algunos jugadores son como esos objetos misteriosos que los magos sacan de los sombreros, pero en lugar de aparecer, estos muchachos han logrado el truco de desaparecer sin moverse. Rojas, Lanzini, Kranevitter y Gattoni, el cuarteto fantasmal, entrenan a contraturno como si fueran los hombres invisibles de Gallardo. Dicen que hicieron el curso avanzado de “cómo perder tu número y vivir para contarlo”. Porque sí, Gonzalo, si sos un 7, un 10 o un 5, tu número ahora está en adopción gracias al Delfín Muñeco, el ilusionista del fútbol.

¿Qué harán ver a estos destacados jugadores apartados? Al parecer, solo ellos saben el pase secreto al vestuario mágico, porque con el resto del plantel tienen menos química que un yogur caducado. Lanzini piensa en vestirse de gaucho en Estudiantes o transformarse en canguro en la MLS. Kranevitter rechaza la chance de ponerle su firma a Belgrano y prefiere buscar aventuras exóticas. Rojas, por su parte, ha jurado ante el mate sagrado que si no aparece un palo magenta que le invite a cruzar fronteras, lo toman con River hasta fin de año.

Pero el premio BES-tia se lo lleva Gattoni. Él, más firme que estatua de mármol en museo aburrido, afirma que se queda hasta diciembre, llueve o truene, Felices para Siempre. Así es como el River Camp vive su propia comedia mágica donde lo invisible es siempre lo más visible, aunque el Muñeco sabe que para estos muchachos las luces se apagan… por ahora.