El misterio de los 12 pasos infortunados…

River Plate y los penales: una dupla más temida que un delantero delantero hambriento de gol en la hora de la siesta. ¡Cómo le cuesta al Millo meterle un gol al arco desde los 11 metros! Esta vez, fue el audaz Platense quien, como un mago sacado de un cuento loco, sentenció la noche en el Monumental. Ni Franco Armani atajando penales vestidos de súperhéroe, ni el palo cómplice del colombiano Kevin Castaño, salvaron al equipo de esa nube gris que persigue a los de la banda roja cuando el reloj marca el momento de los penales.

Ocho consecutivas lleva el Millo en este limbo de perdición penalera, como si una bruja enfurecida les hubiese lanzado un conjuro de esos que hacen historia. ¡Qué lejos se siente 2019, último año de gloria desde los doce pasos! ¡Mirá si no! Como si jugaran a las escondidas, Talleres y Platense en este 2025 ya les dijeron adiós con un gol en los penales. Ni hablar de Boca, Inter y Central quienes, como mosqueteros alegres, siempre están ahí para recordarles que los penales son cosa seria.

Marcelo Gallardo está presenciando una saga que ni Tolkien se hubiera imaginado. De ser un conquistador de torneos, pasó a protagonizar una película difícil de titular. Porque en este segundo ciclo, el DT que alguna vez fue maestro, ahora ve cómo los penaltis se transforman en sus enemigos jurados. Si los penales fueran carnaval, River iría con una muda de ropa, por las dudas. ¡Vamos, River! Hay que trabajar la puntería, porque ya nos empezamos a acostumbrar a las aguas termales emocionales que solo ofrecen los desafortunados doce pasos.