De debut amargo a revancha explosiva…

Enero. El termómetro marcaba 40 grados a la sombra y las pelotas ruedan como si fueran en la luna. River salta al campo con la esperanza de un debut galáctico y un resultado de 1-1 que desinfló la expectativa más rápido que un globo en un asado de domingo. Marcelo Gallardo, también conocido como ‘El Muñeco Vidente’, ya anticipaba que su equipo iba a resurgir como el ave fénix, aunque más despacio que un colectivo en hora pico.

Ahora, señoras y señores, River es todo un Transformer. Los jugadores entran al campo con la confianza de quien lleva las medias al revés por cábala. Gallardo, ya con la sonrisa de quien se toma un mate recién cebado, ha reorganizado su ejército con nombres como Mastantuono y Driussi, quienes han sido rescatados cual superhéroes de su retiro temporal. Armani sigue siendo el ángel de la guarda, aunque alguna vez se haya comido un gol de rebote y varias críticas en las redes sociales.

River llega a este partido como un león hambriento, mientras que Platense, con su diligente dupla Orsi-Gómez, es ese escurridizo ratón que promete dar más vueltas que una calesita. Pero no se confundan, el CARP, en su increíble metamorfosis, ya dispara goles como si fueran confeti en un cumpleaños noventero. ¿Podrá el Calamar zambullirse en el caos y repetir aquella muralla defensiva de antaño, o terminará como pescado frito en la parrilla del Monumental? ¡La función está por comenzar!