¡Los héroes y villanos del CARP al descubierto!…
¡Llegó la fiesta del Mundial de Clubes y River no iba a faltar! En un partido más caótico que un gato persiguiendo su propia cola, el talentoso Marcos Acuña demostró que sus centros son más certeros que una brújula averiada en el Triángulo de las Bermudas. Logró apuntarle a Colidio como cupido lanzando una flecha en el 1-1 y también fue el director de orquesta en el gol de Meza. Pero, ¡atención, atención! Cometió un penal al tropezarse con el pobre Takuro como si estuviera jugando al turco ciego.
Hablemos de cada uno, que esto parece más una convención de personajes estrambóticos que un partido de fútbol. Colidio, Driussi y Meza estuvieron iluminados como si les hubiesen dado una sobredosis de vitamina C en el desayuno. Fueron los rescatistas de una selva de pases desviados, protegiendo la victoria con la eficiencia de un gato atrapando un rayo de luz en la pared.
Sin embargo, en defensa el equilibrio fue más inestable que una torre de naipes en terremoto, dejando a nuestros muchachos sin más remedio que depender de su habilidad para sacar adelante el equipo. ¡Victoria alocada pero merecida! Celebra y reza un poquito, hincha millonario, porque la montaña rusa recién comienza en el Mundial de Clubes. ¡Vamos, River!