Duelo épico con final inesperado…

Imaginá esto: un martes a la noche, con el Monumental convertido en un circo romano, el River Plate de Gallardo preparándose para enfrentar al Universitario de Perú. Pero no es cualquier partido. ¡No, señor! Aunque puede parecer un trámite, este duelo tiene tanta importancia como un alfajor antes de un mate. Porque aunque ya están en octavos, quedar segundo entre los primeros es tan codiciado como encontrar un choripán extra en el estadio.

River, al igual que un león acechando sus presas, planea devorar a los dirigidos por Jorge Fossati y escalar hasta el segundo escalón del podio. Pero, ¡ojo! No todo está perdido si resbalan más que un delantero en paleta de hielo: en caso de derrota podrían quedar como el último de los primeros, lo que es como ser el rey del papel higiénico en tiempos de pandemia.

Mientras tanto, los peruanos del Universitario se juegan la vida más que un maratonista en dieta de tacos picantes. Empatar es llegar a la Sudamericana, pero ganar los pone con un pie en octavos de CL. Y por ahí andará San Pablo también en el Morumbí, con un calendario de goles bajo el brazo, como un carnicero ajustando el peso del asado. ¡La Libertadores nunca fue tan entretenida!