Cuando los músculos se rebelan contra Gallardo…

El pobre Matías Rojas ha vuelto a protagonizar la telenovela del desgarro, uno de esos dramas que ni el culebrón más lujoso de la TV podría igualar. Parece que sus isquiotibiales tienen vida propia y han decidido ejercer su derecho a huelga. Mientras Gallardo reza a todos los santos futboleros, Rojas, cual estatua de mármol, se queda inmóvil por tres semanas, un tiempo apenas suficiente para aprender a tejer bufandas con la pierna sana.

En el pasado, el as del futbolístico violín nos regaló un gol agónico contra Platense, y su paso por la cancha es casi más breve que la carrera política de un mosquito. Ahora, mientras el resto del equipo corre tras el balón como si fueran a enfrentarse a un ejército de ninjas, Rojas se encomienda al dios de los masajes intensivos. Claro, porque ser el rey de los minutos contados no es fácil, especialmente cuando te pierdes más partidos que un aficionado sin boleto en un superclásico.

Y como si fuera un cuadro de Frida Kahlo dedicado a las calamidades, River ya acumula una colección de lesiones como si estuvieran juntando figuritas del álbum del mundial. Las piernas futbolísticas del plantel parecen tener amnesia, olvidando para qué sirven y sumando desgarros. Uff, amigos, ¡Gallardo necesitará más que una varita mágica para solucionar este entuerto!