El Cabezón suelta la Gran Profecía…

La televisión estaba encendida y Oscar Ruggeri, con su aura de Cabezón sabio, miraba a la cámara como si estuviera a punto de revelar la receta secreta del choripán perfecto. “Si River gana, le hace un daño muy grande a Boca”, declaró en ESPN, convirtiéndose en el nuevo Nostradamus futbolero. Más picante que chimichurri potenciado con ají, sus palabras se desplegaron como humo en una parrilla de domingo, incendiando las redes y las asambleas de hinchas del Millonario.

El Cabezón, con la sabiduría que otorga haber vestido ambas camisetas como si fueran estandartes de caballería medieval, analizó el potencial cataclismo futbolístico mientras tamborileaba sus dedos sobre la mesa. “River está buscando su mejor cara”, aseveró, como si estuviera describiendo una operación de rejuvenecimiento facial épica antes de un Superclásico que lo dejaría a uno viendo estrellas. “Si ganás, sos dueño del universo… por lo menos hasta el próximo clásico”, exageró, pintándose como un vendedor de elixir milagroso mientras los hinchas asienten con la cabeza como si estuvieran en trance.

Pasando al lado sentimental de Ruggeri, esto es más confuso que cuando te dejan en el arco, sin querer. Admite que cambió de acera más rápido que Messi dribbleando conos, dejando atrás su pasado Xeneize por una vida de cábalas y asados con los de la banda roja. “La mejor decisión de mi vida”, contó, sonriendo como el villano al final de una película de espías futbolísticos. Y así, el Cabezón sigue sacando maravillas de su cofre de declaraciones, mientras espera que el Superclásico paralice el país más que un feriado sorpresa.