Una topadora con ritmo caribeño…
La plantilla de Liniers, conocida cariñosamente como “La Topadora del Oeste” decididamente pisó el acelerador a fondo y sin freno, como si estuvieran manejando un colectivo por la General Paz en hora pico. En un movida digna de una telenovela deportiva, plantaron bandera y ficharon nada menos que a Michael Sambataro. ¿Quién es este artista del balón? Bueno, no es ni más ni menos que un argentino con corazoncito dominicano, que de repente decidió cambiar las playas del Caribe por los partidos del ascenso argentino. ¡Qué valiente!
Resulta que Michael tiene un historial tan intrínseco como el laberinto de Harry Potter. Dicen que a los 10 años ya estaba con la pelota pegada al pie en River, como si fuera Messi en miniatura. El chico no tuvo tiempo de hacer jueguitos con la bombilla porque pasó directo al Cuervo y luego brincó al Globo cual rana en temporada de lluvias, hasta darse un paseíto por Güemes y clavar un golazo. Todo esto antes de que una pluma de ave tropical le susurrara que se convirtiera en un guerrero caribeño defendiendo al mismísimo Cibao FC.
Ahora, este lateral izquierdo de 22 años llega a Liniers con la gracia de un delfín y la defensa de un alud de cocos. Los hinchas de Villegas ya preparan las maracas y los ojos bien abiertos para ver cómo este fenómeno tropical se adapta en el terreno de juego. ¿Será una samba o una tragedia? Solo el tiempo y las inquietantes leyes del fútbol del ascenso dirán. ¡Suerte, Michael, porque con el clima en Villegas necesitarás más que repelente para mosquitos!