El delantero que dribló misiles…
Claudio Paul Spinelli, que no es Cani pero le faltan las rastas, protagonizó una doble hazaña: esquivar misiles en la fría Europa y ahora esquivar defensores en la caliente Libertadores. Hace unos años, este delantero con nombre de actor de película de acción, vivió un guion de Hollywood en Ucrania. Mientras los tanques rugían como hinchas enojados y los aviones zumbaban como mosquitos en pleno verano, Spinelli emprendió una travesía más épica que la de Frodo cruzando Mordor.
Con más kilómetros recorridos que un bondi en hora pico, Claudio se abrió camino hasta la frontera polaca. Caminó 40 kilómetros, ¡como si estuviera haciendo una peregrinación hacia la pelota de la suerte! Apenas puso un pie en Argentina, respiró como hincha que sobrevive a tiempos suplementarios, valorando el aire porteño como si fuera una sola de panceta después del partido.
Ahora, años después, se paró frente a River como un guerrero que cambió su escudo por la camiseta de Independiente del Valle. Con un doblete, dejó a River con más preguntas que respuestas, elevándose al panteón de los jugadores que desafían al destino con un esférico en los pies. Tal vez le ponga los pelos de punta a más de un defensor, como la medusa de la Libertadores.