La odisea del trofeo mundialero, desde Milán hasta la Bombonera…

Como si fuera una estrella de rock en gira mundial, el trofeo del Mundial de Clubes está de paseo por el globo terráqueo más rápido que el último dribling de Messi. Desde la cuenta FIFA Club World Cup, cada publicación tiene a los fanáticos mordiéndose las uñas de la emoción, como si fueran esos bocados de medialunas de la esquina. River ya está afilando el hacha para estos encuentros, y Enzo Pérez se frota las manos como si tuviera empanadas de carne en el horno. Mientras, el trofeo hizo su parada en Milán para posar frente a la icónica Plaza del Duomo, como si se tratara del gondolero más glamuroso del Gran Canal.

La travesía del trofeo, que parece no tener fin, incluye un tour de 140 días a través de 29 ciudades en 20 países distintos. Es el tipo de recorrido que haría Indiana Jones si, en lugar de buscar tesoros perdidos, buscara la mejor pizza napolitana. Y ojo, que no es casualidad que el 25 de abril se plante en el Monumental, justo antes del esperado superclásico. Vamos, que hasta el trofeo quiere ver a River y Boca dándose pataditas como si no hubiera un mañana. Luego, dará un pasito a la derecha y visitará la Bombonera; algunos dicen que para ganarse un lugar en una estatua en Caminito.

Todo este periplo el ladrón de miradas lo cerrará en Miami, como si fuese a broncearse y disfrutar del pasillo de las fanáticas palmeras. Enzo Pérez ya mira el fixture como si fuera el mapa del tesoro. ¿Podrán River y Enzo llevarse la copa o quedarán en el camino más trabados que un colectivo en hora pico? Solo el tiempo y el nuevo Mundial de Clubes lo dirán, pero vayan prendiendo el fuego para el asado en el Monumental, por las dudas.