Bustos y su fórmula secreta para vencer a River…
Fabián Bustos está más nervioso que perro en cancha de bochas, porque tiene que enfrentarse a River en la Copa Libertadores. Se siente como un mago tratando de sacar un conejo de la galera, pero le salieron dos palomas cojas: Pérez Guedes y Di Benedetto, que están lesionados. ¡Vaya suerte! Ahora tiene que reacomodar sus piezas como si estuviera jugando al tetris en el celular de los 90, cuidando evitar el “game over” en el clásico contra Alianza Lima.
Las lesiones de los argentinos son como esos camiones mal estacionados que te cagan el estacionamiento: ¡un dolor de cabeza! Pérez Guedes tiene un edema óseo en el tobillo que ni en Jurassic Park encontraron algo similar, mientras que Di Benedetto está más desgarrado que los pantalones de Hulk. Pero no es todo gris para Bustos. El chileno Ureña y el capo Valera están de alta y listos para hacer goles como si fueran sus cumpleaños.
El 11 provisorio de Universitario es más misterioso que el oso de Lost. Entre Jairo Concha o Vélez y Cesaringa o Blanto están dibujando un rompecabezas que ni Picasso entendería. Pero, si hay algo que Fabián Bustos no tiene, es miedo: se sienta en el banco de suplentes con la confianza de un león marino en la playa. ¡A por todas, Universitario! Tal vez terminen siendo los Power Rangers del fútbol peruano.