Un colombiano soñador llega al Monumental…

El 29 de marzo ya está grabado en la memoria de Kevin Castaño como el día que pisó el Monumental más emocionado que cuando encontró el último alfajor en la despensa. Este volante colombiano pasó más aduanas que turista en Ezeiza, ya que aterrizó fresco de la fecha FIFA. En la segunda parte del partido, alrededor de los 18′, el Muñeco Gallardo decidió que era su momento para debutar, como quien lanza al león a la pista del circo, y lo puso en lugar de Aliendro para ponerle más pimienta al mediocampo.

Kevin, con energía de conejo a pilas, mostró chispazos que deberían venir con aviso de “pelotas en llamas”. Se adueñó de un tiro de esquina como si fuera el último choripán antes del cierre del estadio, y su centro casi acaba en galleta golosa cuando Germán Pezzella lanzó un cabezazo que rozó el poste y que podría haberse convertido en gol de otro mundo. Ojalá tuviéramos un cronómetro para medir los 85% precisos de sus pases, porque parece que este chico va directo a un récord Guinness.

Aunque Kevin tuvo un romance con el balón y una pelea con la portería, ¡diversión no faltó! La transfer más cara desde la invención del helado en palito puso su talento en el mismísimo Monumental y no sin la presión de 13.8 millones de almas, todos expectantes al próximo episodio de esta novela futbolera. Y aunque a River se le escapó el triunfo como agua entre los dedos, los hinchas no le soltaron a Kevin ni el tobillo, pero le pidieron con fervor más goles para llenar su historia de aplausos. Está claro que su debut en River fue como ese estreno teatral donde el protagonista aún tiene que convencer al público de que, en algún momento, va a cantar ópera.