River, el VAR y el colibrí Borja en danza…

En un Monumental que parecía una fiestita de cumpleaños, River se despachaba con goles ante Independiente del Valle como quien reparte alfajores en un recreo. Los millonarios pasaban por encima de los ecuatorianos con un 4-2, y el equipo del Muñeco se frotaba las manos pensando en los octavos de final. Para coronar la tarde de carnaval, Borja sacudió las redes con lo que hubiera sido el quinto gol, un verdadero golazo digno de poster de papelería. Pero claro, ahí apareció Jesús Valenzuela, el hombre que maneja una pantalla más grande que la del cine de barrio, y tras el llamado del VAR, dejó al estadio con el grito de gol atragantado.

La jugada fue tan perfecta como un tango bailado por extraterrestres. El colombiano Kevin Castaño la empezó como quien lanza una bocha desde Bienvenidos al juego, y fue a parar a los pies de Fabricio Bustos. Bustos, con la precisión de un francotirador lácteo, la pasó a Maxi Meza, quien, mostrando dotes de artista callejero, asistió al Colibrí Borja para que el gol fuera de esos de recordar una sobremesa. Sin embargo, el VAR se convirtió en el aguafiestas del siglo, al detectar que la pelota se convirtió en Bowser y tocó la mano de Meza antes de la asistencia de taco.

El árbitro, como un Sherlock del área chica, revisó la jugada y la anuló, dejando a Borja con las ganas de convertirse en héroe de telenovela futbolera. Así que ojito, con el VAR siempre listo para hacer de las suyas. Entre la locura y el desconcierto, el Monumental siguió en fiesta con los goles de Driussi, Zárate en contra, Mastantuono de penal y, cómo no, Maxi Meza que metió su gol de todas maneras. ¡Si el VAR te da zancadillas, que los goles hagan piruetas!