Errores que harían llorar a un payaso…
Todo parecía miel sobre hojuelas en el Estadio Monumental, con el gol de Driussi celebrándose casi tanto como el cumpleaños de un delantero cuando, de repente, River decidió regalar dos bloopers futbolísticos que ni el mejor guionista de comedia pudo haber imaginado. Martínez Quarta estuvo más resbaloso que jabón en ducha ajena y le entregó la pelota al rival con más entusiasmo que un mozo sirviendo una pizza gratis.
La historia sigue con Germán Pezzella, quien decidió seguir el ejemplo de su colega y se transformó en una estatua viviente, más quieto que semáforo un domingo a la siesta, permitiéndole a Spinelli hacer el 2 a 1. Lo de River fue un curso intensivo de cómo no defender, que ni Hitchcock hubiera podido dirigir. Podemos decir que esos errores fueron tan grandes que ya los están fichando para las Olimpiadas de Gymkhana.
Mientras tanto, Independiente del Valle aprovechó la situación como perro flaco tras la carnicería, llevando la fiesta a toda la hinchada ecuatoriana. Spinelli se convirtió en el héroe de la noche, mientras en River todavía buscan a alguien que pueda ponerles las pilas a sus defensores. Y ojo, porque se rumorea que hasta los jugadores del ajedrez culparon a Gallardo de sus fallos defensivos.